Si un problema de lateralidad no se detecta y no se trata a edades tempranas, los efectos del problema se alargarán en el tiempo. Los tratamientos y las terapias que son eficaces para corregir un trastorno de la lateralidad no siempre han sido valorados como era necesario, por lo que es significativo el número de personas adultas que presentan síntomas atribuibles a algún trastorno de la lateralidad no resuelto. Años atrás, en algunos colegios se corregía a los zurdos, se les obligaba a escribir con la derecha, se les forzaba a hacerlo. Las cosas han cambiado, pero existen casos de personas adultas con problemas relacionados con la lateralidad: lateralidad contrariada, lateralidad cruzada…
Existen algunos signos y síntomas que pueden hacernos sospechar de entrada que puede haber algún problema relacionado con la lateralidad. Algunos ejemplos:
- Dificultades de concentración. Se necesita un gran esfuerzo para lograr concentrarse
- Necesidad de releer un texto para llegar a entenderlo
- Hacen el mismo trabajo que otros compañeros, pero con necesidad de más tiempo.
- Sensación de frustración por creer que trabajan con un bajo rendimiento.
- Si trabajan por cuenta propia, acostumbran a trabajar más horas de lo normal, para compensar la lentitud de su ritmo de trabajo.
- Viven en una situación de estrés continuo.
- Tienen sensación de inseguridad al afrontar determinadas tareas.
- Acostumbran a dormir poco, tienden al insomnio.
- Tienden a ser desordenados
- Elevado grado de ansiedad, indecisión y angustia.
- Tendencia a la irritabilidad motivado por el cansancio
- Inestabilidad motriz. Tienden a ser patosos.
- Les cuestan determinadas actividades físicas, como conducir o bailar.
- Tienen poca memoria
- Acostumbran a tener dificultades en el control del tiempo.
- Acostumbran a tener dificultades de orientación. Se pierden en el espacio fácilmente.
- Acostumbran a tener dificultades a la hora de ubicar la derecha y la izquierda
Si os fijáis en la lista y la comparáis con los signos y síntomas que atribuimos a niños (ver artículo) podréis observar que algunos de los síntomas de los adultos son una consecuencia lógica de los síntomas que se padecen a la edad infantil, una evolución.
Muchos adultos que piden ayuda lo hacen tras constatar que existe algún problema al comparar el trabajo que hacen con el de otros compañeros, o tras detectarse un trastorno en algún hijo, lo que le permite identificar síntomas que le resultan familiares.
Problemas de lateralidad en personas adultas se puede tratar
La buena noticia es que los trastornos de la lateralidad en adultos pueden tratarse, y de hecho en muchas consultas de especialistas han logrado cambios importantes en la autoestima y la calidad de vida de personas afectadas.
La terapia en adultos es similar a la que se aplica en niños y adolescentes, aunque los aspectos cognitivos se trabajan con más intensidad.
En definitiva, nunca es tarde y las mejoras son evidentes.
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