El intercambio de experiencias con otros profesionales de la optometría siempre resulta enriquecedor. Hago esta afirmación a la vuelta del viaje a Colombia y México donde participé en el I Congreso Internacional organizado por la Asociación Optométrica Colombiana de Terapia Visual, Ortóptica y Pleóptica ORTOS, y en el XXVI Congreso Académico Internacional de Optometría Funcional organizado por el Consejo Mexicano de Optometría Funcional (COMOF), donde, además, impartí un curso de dos días bajo el título Visión y Aprendizaje. El desarrollo neurofuncional y sus trastornos. La foto de la cabecera muestra el grupo de participantes en el curso.
Presenté dos conferencias en Bogotá (una sobre el uso de prismas gemelos en terapia visual y otra sobre el análisis y el procesamiento de la información visual), y realicé un taller sobre visión, lateralidad y aprendizaje. En Guadalajara, además del curso citado, pronuncié una ponencia sobre prismas gemelos y otra en la que presentaba un caso complejo que requería de un tratamiento multidisciplinar.
Esta intensa experiencia me ha permitido conocer cómo trabajan en estos países, aprender de lo que hacen otros profesionales, aportar mis conocimientos, compartir experiencias y debatir sobre el futuro de la profesión. Pero, sobre todo, me ha permitido establecer nuevas complicidades con profesionales que ya son amigos y con los que hemos aprendido juntos. Por todo ello, quiero aprovechar este espacio para agradecer a ORTOS y a COMOF las invitaciones a participar en sus congresos, que debo decir que han estado muy bien organizados. Es un “gracias y hasta pronto”, ya que confío en que la vida nos dé nuevas oportunidades para reencontrarnos y poder constatar que entre todos vamos consiguiendo un futuro mejor para la optometría en todo el mundo.