Una de las causas de los problemas visuales son las lesiones cerebrales traumáticas. Un accidente, un golpe… pueden provocar molestias, incluso cuando el accidente es leve y la recuperación rápida. Sin embargo, incluso en los casos leves, los síntomas pueden ser persistentes: visión borrosa, exceso de sensibilidad a la luz, mareos, vértigo, problemas de equilibrio… Son síntomas que nos indican la necesidad de actuar sobre la visión, para intentar solucionar el problema visual asociado al accidente.
En estos casos es necesaria una evaluación optométrica completa para descubrir las deficiencias del sistema visual.
Los síntomas más comunes son:
Visión borrosa. Los ojos no enfocan bien, cuando miramos de cerca o de lejos. Visión doble: Es un síntoma muy molesto, que a veces es intermitente. Problemas de enfoque: Especialmente al mirar de cerca. También en ocasiones el síntoma se presenta de forma intermitente después de una conmoción cerebral. Sensibilidad a la luz. O fotofobia. El problema puede tener su origen en la conmoción cerebral. Problemas de movimiento de los ojos. Muy comunes cuando se produce algún accidente, incluso leve. Generan mucha incomodidad en acciones cotidianas, como la lectura o el conducir. Suelen conllevar síntomas asociados, como mareos o sensación de vértigo. Problemas de equilibrio. Quien ha sufrido un traumatismo puede tener la sensación de “perderse” en el espacio. El uso de unas lentes especiales puede ayudar a solucionar el problema. Problemas de procesamiento de la información visual. Los traumatismos pueden conllevar problemas de discriminación visual (no distinguir pequeños detalles de objetos), una disminución de la memoria visual, no distinguir bien la figura del fondo (localizar bien un dato en una hoja de cálculo, por ejemplo)… Disminución de la velocidad de procesamiento. Especialmente importante en el deporte. Después de un traumatismo, la velocidad de reacción disminuye, lo que afecta claramente al rendimiento.
En definitiva, la visión puede verse muy afectada por un traumatismo craneal, y en algunos casos los tratamientos y la terapia necesaria para recuperar la normalidad pueden durar en el tiempo. En cualquier caso, siempre es necesaria una completa evaluación optométrica para poder determinar qué tipo de tratamiento es necesario para recuperar una buena visión.