La insuficiencia de convergencia es una de las disfunciones binoculares que nos encontramos más frecuentemente en las consultes de optometría. Se trata de una disfunción binocular que se produce cuando los dos ojos no trabajan con una alineación correcta, es decir, no convergen donde deberían. Si tomamos como referencia el plano del papel cuando leemos, la insuficiencia de convergencia se produce cuando la convergencia de la línea de visión de los dos ojos convergen más allá del papel.
Esta disfunción binocular afecta de manera especial en visión próxima, cuando hacemos trabajar a nuestros ojos en visión cercana, por lo que incide en tareas tan básicas como la lectura, la escritura o la atención. Provoca, por ejemplo, que no se pueda prestar atención durante mucho tiempo a la lectura. Al converger los ojos por detrás del papel, una insuficiencia de convergencia hace que se vea doble lo que está en el papel.
A menudo, la insuficiencia de convergencia cuesta de detectar. Puede afectar a niños cuya agudeza visual al ver de lejos es total, y no precisan de corrección óptica, porqué ven bien de lejos. Si no evaluamos su visión de cerca, ni cómo coordina sus ojos en la posición de lectura, puede que se nos escape esta disfunción.
A los niños que padecen de insuficiencia de convergencia les supone un gran esfuerzo y les provoca fatiga mantener durante un tiempo la atención en la lectura.
Una prueba que solemos realizar para detectar si existe esta disfunción es hacer leer al niño durante un minuto con un solo ojo. Repetimos la prueba con el otro ojo. Y, finalmente, le pedimos que lea con los dos ojos. Si detectamos que lee a más velocidad con un ojo que con los dos, podemos sospechar que existe algún problema, ya que lo normal es que se lea mejor y a más velocidad con los dos ojos que solo con uno. Lo que vemos es que los dos ojos, al trabajar juntos, se entorpecen el uno al otro.
Los principales síntomas de una insuficiencia de convergencia, son:
Existe otro aspecto que debe destacarse: estudios científicos han demostrado que uno de cada tres niños diagnosticados de Trastorno de Déficit de Atención (TDA) tienen asociada una insuficiencia de convergencia. Esta realidad nos permite afirmar que los niños que padecen de algún problema con la lecto-escritura, o tienen diagnosticada dislexia o TDA, necesitan de un diagnóstico diferencial para determinar si existe o no un problema de insuficiencia de convergencia. Uno de los estudios más recientes lo firma el Ratner Children’s Eye Center, en la Universidad de California, en San Diego.
En el vídeo que acompaña este artículo tenéis más información sobre el tema.