Parpadeamos una media de 15 veces por minuto durante toda nuestra vida, aunque la frecuencia puede variar según la tarea que estamos realizando, la calidad de la lágrima o la edad. Por ejemplo, cuando estamos más atentos [leyendo o trabajando en el ordenador] parpadeamos aproximadamente un 30 % menos. Si tenemos una buena calidad de lágrima no tiene que ser un problema, aunque si no es así, y tenemos una calidad de lágrima un poco más baja de lo normal, si que puede influir en aumentar los síntomas de sequedad ocular o fatiga visual. Las funciones del parpadeo son de lubricar la superficie ocular y eliminar las partículas que pueden entrar en el ojo. Cada parpadeo hace que la lágrima se drene por un conducto que conecta directamente a la nariz.
De manera interesante se ha relacionado el parpadeo con la percepción visual. En un estudio se observó que el parpadeo contribuye a los cambios perceptivos cuando se mira una figura ambigua, por ejemplo el cubo de Necker.
Este tipo de figuras se llaman ambiguas ya que podemos observar un cambio en la percepción de profundidad, en este ejemplo las caras del cubo. Podemos probar que cada vez que parpadeamos el cambio se hace más evidente. Otro estudio observó que el parpadeo también contribuye a las ilusiones ópticas, como por ejemplo la ilusión de las serpientes rotatorias.
Cada vez que parpadeamos se acentúa más el movimiento de la ilusión. Podemos probar de fijar la mirada en un punto central de cualquier círculo y veremos que el movimiento va disminuyendo. Si de repente parpadeamos vuelve el movimiento de la ilusión.
Una explicación es que cada vez que parpadeamos se asocia a pequeños movimientos oculares que acentúan la ilusión óptica, aunque ciertos estudios indican que el parpadeo activa áreas del cerebro responsables de la percepción visual.
De este modo, cada vez que parpadeamos cambiamos nuestra forma de ver, hecho que ha propiciado muchos estudios en el ámbito de psicología y neurología.
Otro hecho interesante que se produce cuando parpadeamos es que perdemos aproximadamente unos 400 milisegundos de información visual. Al fin y al cabo, cada parpadeo provoca una interrupción de la información visual, aunque sea pequeña. Cuando miramos una película de aproximadamente 90 minutos y parpadeamos una media de 15 parpadeos/minuto, significa que solo con el parpadeo perdemos aproximadamente 9 minutos de película. Si por ejemplo parpadeamos menos, una media de 10 parpadeos/minuto, perdemos aproximadamente 6 minutos de lo que ocurre en la pantalla. Es posible, como ciertos estudios indican, que esta pérdida de información esté relacionada con la memoria episódica y explique porque a veces no recordamos escenas de una película cuando la volvemos a ver.
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