Agudeza Visual
Visión y Optometría
Agudeza Visual
Entendemos por agudeza visual como la capacidad que tenemos para ver con nitidez letras o símbolos de lejos (a 5 o 6 metros de distancia), y de cerca.
Una disminución de la agudeza visual puede ser síntoma de que padecemos algún problema de salud ocular o algún defecto refractivo, como la miopía (visión borrosa de lejos), la hipermetropía (visión borrosa de cerca), el astigmatismo (visión deformada de las cosas), o presbicia.
En el caso de un niño con miopía, suele observarse cómo tiende a cerrar los ojos para ver mejor de lejos. Puede acercarse mucho al televisor para verlo mejor y dirá que no ve bien la pizarra en la escuela.
En el caso de la hipermetropía, lo que hace el niño es un esfuerzo constante para enfocar las cosas, con lo que genera dolor de cabeza, picor en los ojos, cansancio en la vista… Al no ver bien de cerca, suele haber problemas de lectura. También puede provocar dolores de cabeza el astigmatismo (por el efecto de percibir imágenes distorsionadas) y la presbicia. En el caso de la presbicia, en se da el caso de que el paciente tiene a alejar lo que lee porque ve borroso de cerca.
Problemas del aprendizaje relacionados con la visión
Un niño o niña puede sufrir algunos de estos síntomas:
- Parece inteligente, pero tiene dificultades para leer.
- Se cansa con rapidez cuando lee. No tiene paciencia, se frustra…
- Es incapaz de estarse quieto, no aguanta mucho tiempo haciendo una tarea.
- Desordena o invierte palabras, letras o números.
- Lee siguiendo la línea del texto con el dedo.
- Sufre dolores de cabeza o picores en los ojos al leer.
- Acerca mucho la cara (los ojos) al libro.
- Confunde letras, como la “b” y la “d”, o la “p” y la “q”.
- Ve borroso o doble al leer o escribir.
- Mueve la cabeza al leer en lugar de mover los ojos.
- Tiene dificultad para recordar palabras y su ortografía.
- Al leer se pierde, se salta líneas enteras, o palabras.
- Lee, pero no comprende el texto. No sabe contar lo que acaba de leer.
- Tiene dificultades al copiar algo de un libro, o de la pizarra en el colegio.
- Las acciones de tutoría o los medicamentos no han tenido éxito en la mejora de su rendimiento.
- Le dicen que padece dificultades de aprendizaje, o dislexia, o TDAH…
En estos casos, podemos encontrarnos ante un problema con la convergencia visual, o con algún otro problema de percepción visual que influye en el aprendizaje. A menudo, el niño o niña pueden haber sido diagnosticados de forma errónea.
La Optometría Comportamental actúa ante estos casos con programas personalizados e individualizados que permiten corregir los defectos visuales que provocan los síntomas citados, entre otros. Trabajamos a partir de un examen optométrico, a partir del cual se diagnostica el problema y se diseña la terapia visual adecuada para el caso.