Las personas que sufren de alergia primaveral acostumbran a tener como síntomas el lagrimeo, los estornudos, picor y escozor en los ojos, enrojecimiento de los ojos e incluso fotofobia (ocurre cuando nos molesta la luz) y hinchazón de los párpados. Son síntomas muy típicos que al llegar la primavera, y en especial cuando las plantas inician su proceso de polinización, afectan a muchas personas. En ocasiones llega a provocar conjuntivitis.
La causa de estos síntomas es fácil de entender: Nuestro sistema inmunitario considera que las partículas de polen que alcanzan nuestro cuerpo son un agente invasor, de modo que se activan los sistemas de protección y se generan anticuerpos, ciertas sustancias químicas que provocan los síntomas descritos. Los síntomas de la alergia son, pues, mecanismos de defensa de nuestro cuerpo.
Cuando notemos los primeros síntomas, es bueno tomar una serie de medidas para proteger nuestros ojos. Además de medidas como evitar la acumulación de polen en casa cerrando ventanas y manteniendo la casa limpia y el uso de humificadores y aparatos de aire acondicionado que filtran el aire que entra, existen otras medidas personales importantes a tener en cuenta, como el uso de la lágrima artificial, el uso de gafas de sol, evitar el uso de lentillas y, sobretodo, evitar frotarse los ojos para evitar agravar el problema.
En cualquier caso, si los problemas persisten es recomendable consultar algún profesional especialista.