Esta semana tenemos cita en Granada: se celebra el VI Congreso Internacional de Optometría Comportamental y Terapia Visual, el congreso de SIODEC, la actividad más importante de las que realiza la asociación que agrupa a los optometristas comportamentales españoles. Será para mi un congreso especial: es el primero en el que no estoy vinculada a la organización, tras varias ediciones ejerciendo de directora, y podré disfrutar plenamente del Congreso, que no dudo que será el mejor de todos los que se han organizado.
El programa de conferencias es de gran calidad y será especialmente interesante en lo que se refiere a los avances en investigación relacionados con nuestra actividad diaria. Quienes trabajamos cada día con la Terapia Visual estamos convencidos del resultado de nuestro trabajo, pero siempre es bienvenida la aportación que desde la investigación científica sirve para avalar lo que venimos haciendo desde hace años y también las innovaciones que introducimos en nuestra tarea cotidiana, con nuestros pacientes.
Sin embargo, hay un aspecto del Congreso que quiero destacar de manera especial: el elevado número de conferencias libres que se presentan, muchas de ellas de la mano de optometristas jóvenes que se centran en aspectos e investigaciones concretas, además de analizar casos clínicos reales. Cada vez son más las universidades que acogen estudios científicos sobre la Terapia Visual y sus métodos, que afectan a aspectos tan esenciales del aprendizaje como son la eficacia lectora o la enseñanza de las matemáticas. Tecnologías emergentes, nuevas técnicas, formas diferentes de tratar con el paciente, cómo actuar en casos asociados con enfermedades como el Parkinson o el accidente cerebrovascular… A las que llevamos años de trabajo clínico, todas estas conferencias suponen una renovación de energía que nos permite tanto pensar que el trabajo hecho durante años no ha sido en vano, como también confiar en un futuro en el que los resultados de nuestro trabajo, el de los optometristas, cada vez tiene más sentido.
Así pues, ánimo a los organizadores del Congreso que, seguro, va a servir para aprender y debatir sobre lo que hacemos cada día. Y seguro, también, que será un gran punto de encuentro de profesionales que podremos intercambiar conocimientos y experiencia. Y, además, como ha ocurrido siempre, ¡tendremos tiempo para divertirnos!
Nos vemos en Granada
Elisa Aribau