La similitud visual que presentan algunas letras del abecedario provoca que, a menudo, los niños en edad de aprendizaje de la lectoescritura confundan letras com la b y la d, la p y la q, la m y la n, la g y la q, la z y la s, la E con el 3…
Debemos considerar natural que en una fase inicial los niños tarden en identificar estas grafías, y no debe preocuparnos si detectamos esta dificultad de forma aislada y sin que afecte a la comprensión lectora.
Sin embargo, si este error persiste en el tiempo y una vez superada la fase inicial del aprendizaje de la lecto-escritura, puede ser una señal de la existencia de algún problema más complejo, que ya requiere la intervención de profesionales, ya que una de las posibles causes de la confusión gráfica es la dislexia. Si nos centramos únicamente en la visión, la persistencia del problema puede ser debida a alguna disfunción en el proceso de percepción visual.
El juego como herramienta eficaz para mejorar la percepción visual y solucionar problemas gráficos
Para la solución de este problema existen varias vías, entre las cuales una de muy eficaz es el juego. Algo tan sencillo como el uso de láminas en las que aparezcan únicamente las dos grafías (b y d, por ejemplo), o las mismas grafías formando sílabas (ba-da, be-de…), o formando palabras (dado, debe, daba…), o incluso frases, de modo que vamos incrementando el nivel. Existen otros juegos que, aunque no están pensados estrictamente para tratar este problema, nos sirven para entrenar el cerebro. De esto tratamos en el curso Jugar para aprender: Desarrollo de la Percepción Visual que sólo durante el verano y con el código VERANO24 obtendrás un descuento del 25%.
La percepción visual: un mecanismo complejo esencial para la interpretación y reacción ante estímulos visuales
Si hablamos de la confusión gráfica únicamente como un problema visual, debemos tener en cuenta que las habilidades de percepción visual que tratamos los optometristas son las encargadas de la organización y el procesamiento de la información visual. Es el complejo mecanismo por el cual nuestro cerebro interpreta la información que captan los ojos y, en función de lo que ve, reacciona de alguna manera. El análisis de la visión implica la percepción de las formas, la atención visual, la velocidad de procesamiento de la información visual, la memoria visual, la discriminación visual…
En cualquier caso, si detectamos estas confusiones gráficas, lo mejor que podemos hacer es que el niño sea objeto de una completa revisión optométrica que nos permitirá precisar la causa del problema y poderlo tratar como se merece.
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