El 12 de Octubre de 2017 es el Día Mundial de la Visión y tiene la finalidad de centrar la atención en la ceguera, la discapacidad visual y la rehabilitación de los discapacitados visuales.
Es un momento oportuno para involucrarse con la salud ocular de las personas que tenemos cerca.
Su objetivo es sensibilizar a los habitantes de todo el mundo acerca de la importancia de la prevención y del tratamiento de la pérdida de la vista.
Un dato sobresaliente es que hasta el 80% de los casos de ceguera son evitables ya sea porque se pueden tratar hasta recuperar la visión (60%) o porque se pueden prevenir (20 por ciento).
Según datos de la Agencia Mundial para la Prevención de la Ceguera (IAPB, en inglés), en el mundo hay 36 millones de ciegos y 217 millones de personas con baja visión, es decir, con discapacidades visuales en grado moderado a severo (en conjunto, baja visión y ceguera representan el total de casos de discapacidad visual).
A menudo, las causas de la ceguera evitable están asociadas con la pobreza y la falta de acceso a servicios de atención oftalmológica de calidad. La enorme mayoría de las personas con discapacidad visual se concentra en naciones de bajos ingresos.
La miopía, el astigmatismo, y la hipermetropía no corregidas, es decir en pacientes que no usan anteojos ni lentes de contacto, constituyen la causa más importante de discapacidad visual, aunque en los países de ingresos medios y bajos las cataratas siguen siendo la principal causa de ceguera. Si bien en nuestro país, se realiza una enorme cantidad de cirugías de catarata, existen aún muchísimas personas que por varias razones (falta de acceso a centros oftalmologicos, falta de recursos, miedo a la cirugía, otros) están ciegas por esta patología, que es la primera causa de ceguera evitable.
El glaucoma o aumento de la presión ocular, en tanto, es una enfermedad que puede provocar ceguera si no se trata. En sus comienzos no presenta síntomas, de ningún tipo, pero una vez detectado, se puede detener su progresión. Otra patología frecuente es la retinopatía diabética, producto de una diabetes mal controlada.
No se puede dejar de mencionar a los ciegos por enfermedades corneales, que en la Argentina son unos pocos cientos, un número bajo comparado a otros desórdenes visuales más prevalentes, pero que podrían lograr restablecer su visión si el denodado esfuerzo de INCUCAI, junto con las jurisdicciones dependientes de ese instituto, la Sociedad Argentina de Oftalmología y el Consejo Argentino de Oftalmología, se viera favorecido y apoyado por una cultura de donación de córneas más difundida.
Cabe aclarar, que la córnea es un tejido que se obtiene post mortem y que, a diferencia de los órganos, no requiere histocompatibilidad.
Si bien las tasas mundiales de discapacidad visual han disminuido desde inicios de la década de 1990, alrededor del 65% de los pacientes es mayor de 50 años, grupo de edad que representa el 20% de la población mundial.
Con una población anciana en aumento en muchos países, más personas estarán en riesgo de sufrir discapacidad visual por enfermedades oculares crónicas y envejecimiento.
Por otra parte, se estima que el número de niños con discapacidad visual asciende a 19 millones, de los cuales 12 millones la padecen debido a errores de refracción, fácilmente diagnosticables y corregibles. Según datos de la OMS, cerca de 1,4 millones de menores de 15 años sufren ceguera irreversible y necesitan intervenciones de rehabilitación visual para su pleno desarrollo psicológico y personal.
Este día mundial brinda la oportunidad de aumentar el grado de compromiso con el fin de garantizar el derecho a ver. Asimismo, debemos considerarlo como un llamado de atención a la sociedad toda, para reforzar la importancia del control oftalmológico periódico como medida efectiva en el diagnóstico precoz de patologías como el glaucoma y de la donación de córneas, que permiten que muchas personas recuperen su visión.
Fuente: Nicolás Fernández, via Telma