habilidades visuales y música. Un curso impartido junto al doctor Jordi Catalán en la escuela de música Benet Bails de Sant Adrià de Besòs nos ha permitido destacar la importancia de la visión en la práctica musical.
La música es sonido, la recibimos por el sentido del oído, y sus efectos sobre el cerebro son inmensos. Por eso la música nos emociona, nos invita a bailar, nos conmueve, nos alegra, nos entristece, nos evoca recuerdos… Si el escuchar música nos activa muchas partes del cerebro, ¿qué habilidades necesita desarrollar un músico para interpretar una pieza con su instrumento? Vamos hablar de las habilidades visuales y música y su importancia.
Para un músico, una buena integración de los sentidos del oído y la vista con las habilidades motoras es clave: Debe leer la partitura a la vez que toca el instrumento y, en el caso de una orquesta, además, debe poder ver las instrucciones del director. Un caso claro de habilidad visual que interviene de forma destacada en los músicos son los movimientos oculares. Si en la lectura, los movimientos sacádicos son determinantes, cuando se lee una partitura esta habilidad debe estar especialmente desarrollada, como debe estarlo también el campo visual, el espacio que nuestros ojos son capaces de ver e interpretar en cada momento.
En la lectura normal, los ojos se mueven para leer una línea en sentido horizontal. Un pianista, sin embargo, debe ver e interpretar dos pentagramas a la vez (uno para la mano derecha y otro para la izquierda), además de mirar las teclas del piano.
El caso del organista es todavía más complejo, porque además de las dos manos, debe poder ver de forma simultánea un tercer pentagrama para los pedales. Y existe también el caso del director de orquesta, que tiene en la hoja un pentagrama para cada uno de los instrumentos que toca la orquesta. Si en la lectura dominan los movimientos oculares en sentido horizontal, en la lectura musical los movimientos en sentido vertical tienen un papel muy destacado.
En el aprendizaje musical son importantes la agudeza visual, el movimiento sacádico vertical, la visión periférica, el campo visual, la capacidad de mantener de forma sostenida la atención visual, la binocularidad y la percepción visual. En este sentido, estudios científicos han llegado a la conclusión que los músicos presentan más habilidades en la lectura vertical y en la discriminación de estímulos visuales periféricos, que los que no son músicos. También estudios científicos demuestran que el cerebro de un niño que aprende a tocar un instrumento vive cambios al desarrollar poco a poco estas habilidades.
El entrenamiento de estas habilidades visuales es, pues, algo importante para los músicos. Pero no solo eso. El cuerpo calloso del cerebro, que pasa la información de un hemisferio cerebral al otro, está más desarrollado en los músicos. La lateralidad es otro aspecto importante. Por ejemplo, ¿cómo trabajan los profesores de música con los alumnos que son zurdos? Muchos instrumentos están diseñados para ser interpretados por personas diestras y el proceso de aprendizaje del instrumento debe adaptarse a esta circunstancia.
En definitiva, la optometría puede jugar un papel importante en la mejora de las habilidades visuales que necesita un buen músico para hacer su trabajo.