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Hipertensión ocular

La hipertensión ocular, tambien llamada presión intraocular (PIO) es la presión que ejercen los líquidos intraoculares contra la pared del ojo, la cual es necesaria para que este órgano se mantenga distendido. Su valor medio es 16 mmHg y puede medirse fácilmente con ayuda de un dispositivo que se llama tonómetro. El equilibrio entre producción y reabsorción del humor acuoso es el principal factor que determina el nivel de presión intraocular. Por otra parte la elevación de la presión intraocular o hipertensión ocular es el principal factor de riesgo para que se desarrolle una enfermedad del ojo conocida como glaucoma.

Algunas personas pueden tener hipertensión ocular sin desarrollar ningún daño en sus ojos o visión, y así lo puede determinar un examen de la vista completo y un examen del campo visual.

Los investigadores han estimado que la hipertensión ocular tiene de 10 a 15 veces más probabilidades de ocurrir que el glaucoma primario de ángulo abierto, el tipo más común de glaucoma.

¿Cómo saber si se tiene hipertensión ocular?
Usted no puede saber por sí mismo si tiene hipertensión ocular porque no hay signos externos, tales como dolor en el ojo o los ojos rojos. En un examen de la vista completo, el profesional de la visión es el que medirá la PIO y la comparará con los niveles normales.

Una lectura de presión ocular de 21 mm Hg (milímetros de mercurio) o más significa que hay hipertensión ocular.

Una presión demasiado alta o que continúa aumentando ejerce una fuerza en el interior del ojo que puede dañar el delicado nervio óptico del ojo y causar glaucoma.

¿Qué causa la presión ocular elevada?

Los factores que causan o están asociados con la hipertensión ocular son prácticamente los mismos factores de las causas del glaucoma, entre ellos:

Excesiva producción del humor acuoso. El humor acuoso es un líquido transparente que se produce en el ojo por el cuerpo ciliar, una estructura situada detrás del iris. El humor acuoso fluye a través de la pupila y llena la cámara anterior del ojo, que es el espacio entre el iris y la córnea.

El humor acuoso drena fuera del ojo a través de una estructura llamada malla trabecular, en la periferia de la cámara anterior, donde se unen la córnea y el iris. Si el cuerpo ciliar produce demasiado humor acuoso, la presión dentro del ojo aumenta y causa hipertensión ocular.

Insuficiente drenaje del humor acuoso. Si el humor acuoso drena muy lentamente fuera del ojo, perturba el equilibrio normal de la producción y el drenaje del líquido transparente del ojo, lo que también causará presión ocular alta.

Ciertos medicamentos pueden tener como efecto secundario la hipertensión ocular en ciertas personas. Los medicamentos esteroides utilizados para tratar el asma y otras afecciones han demostrado que aumentan el riesgo de hipertensión ocular.

Incluso las gotas oculares con esteroides utilizadas tras la cirugía con la técnica LASIK y otras cirugías refractivas pueden causar presión ocular elevada en personas susceptibles. Si le han recetado esteroides por cualquier motivo, consulte con el doctor de la visión para ver la frecuencia con la que le deben revisar su PIO.

Trauma ocular. Una lesión en el ojo puede afectar el balance de producción del humor acuoso y el drenaje fuera del ojo, lo que podría provocar hipertensión ocular.

A veces, puede ocurrir meses o años después de la lesión. Durante sus exámenes de la vista de rutina, asegúrese de mencionarle a su doctor si usted ha tenido algún trauma ocular, ya sea recientemente o en el pasado.

Otras enfermedades oculares. La hipertensión ocular se ha asociado con otras enfermedades oculares, entre ellas, el síndrome pseudoexfoliativo, síndrome de dispersión pigmentaria y el arco corneal.

Aunque cualquier persona puede desarrollar presión ocular elevada, las personas mayores de 40 años de edad y las personas que tienen antecedentes familiares de hipertensión ocular o glaucoma están en mayor riesgo.

Según los investigadores, aquellas personas con mediciones del espesor corneal central más delgado de lo normal también pueden estar en mayor riesgo de desarrollar hipertensión ocular y glaucoma.