La insuficiencia de convergencia es una afección que se produce cuando no es posible la coordinación de ambos ojos al mirar un objeto. Lo normal es que al mirar un objeto, o al leer, la mirada de ambos ojos coincida en el objeto en cuestión (en el libro). Cuando la convergencia de los dos ojos se produce antes del plano del objeto o del libro, se produce lo que llamamos exceso de convergencia, y cuando la mirada se cruza por detrás del objeto, lo llamamos insuficiencia de convergencia. En ambos casos, ocurre que la persona afectada ve doble o borroso el objeto sobre el que centra su mirada. Esto a menudo genera dolores de cabeza y, claro está, problemas de lectura y de concentración, y, por lo tanto, problemas de aprendizaje.
La cuestión es cómo debemos tratar esta anomalía, que se refiere a la capacidad natural de los ojos para enfocar i alinearse mientras ven objetos de cerca. En este sentido, he recuperado un estudio científico de 2008, realizado por investigadores de la Clínica Mayo, con diversos centros en Estados Unidos, concluye que la terapia visual, con sesiones en consulta y ejercicios de refuerzo en casa, permite a los niños afectados por esta anomalía mejorar más rápido.
El estudio se hizo en base al análisis de cuatro grupos, con un total de 221 casos analizados, de niños de entre 9 y 17 años. A dos de los grupos se les prescribieron terapias solo en el hogar, uno con ejercicios diarios de 15 minutos y otro con ejercicios combinados con el uso de un software especial. El tercer grupo, hizo una hora de terapia en consulta una vez a la semana, combinada con ejercicios de 15 minutos en casa. Un cuarto grupo, finalmente, era el grupo control para poder comparar resultados.
El resultado fue que los tres grupos mejoraron. Sin embargo, el 75 % de los niños que recibieron terapia semanal en consulta junto a 15 minutos de ejercicios en casa mejoró más rápido, tuvieron una corrección completa de la anomalía en 12 semanas. El porcentaje es muy superior al 40 % de los niños que mejoraron en los dos grupos que solo hicieron ejercicios en casa.
Ver como estudios científicos avalan lo que vemos cada día en nuestras consultas es algo que nos anima a seguir trabajando en terapia visual.