El ser humano tiene en los sentidos la forma cómo se relaciona con su entorno. La visión y la audición son básicos, porqué son las principales vías de entrada de la información que maneja el cerebro, a partir de la cual, nuestro cuerpo reacciona, actúa, aprende. Y del mismo modo que no es lo mismo ver que mirar, tampoco lo es oír y escuchar. Podemos percibir señales, objetos o sonidos, pero nuestro cerebro debe reconocerlos e interpretarlos.
En una clase, los niños reciben información auditiva a través de las explicaciones de la profesora, y también visual: la pizarra, el libro… De este modo, un problema visual de tipo funcional (una incorrecta visión, un estrabismo, un ojo vago…) hace que la información no llegue correctamente a nuestro cerebro, de igual modo que un problema de audición, o de falta de procesamiento auditivo, provoca que se pueda producir, por ejemplo, un retraso en el desarrollo del lenguaje. Además de que nuestros ojos y oídos funcionen correctamente, debemos garantizar que trabajen juntos, que captemos toda la información que nos llega a través de la vista y el oído. Por eso hablamos de la integración visual-auditiva, la capacidad de relacionar lo que vemos con lo que oímos. Cuando leemos, por ejemplo, relacionamos las letras y las palabras con los sonidos que las representan, los fonemas.
Esta es la razón por la que muy a menudo las terapias visual y auditiva van de la mano, se planifican de forma simultánea. Son terapias que trabajan para “entrenar” a nuestro cerebro de modo que las informaciones que captan los dos sentidos se procesen de la forma adecuado y no sean un obstáculo para el aprendizaje.
Visión y audición, además, tienen mucho que ver con nuestra capacidad motora. La visión nos indica dónde estamos o dónde está un objeto que nos interesa, y nos dice también qué es este objeto, lo identifica. La escucha nos permite interpretar los sonidos que recibimos, a la vez que es clave en el sistema vestibular, el que regula el equilibrio de nuestro cuerpo. Que todo ello funcione correctamente es clave para un buen desarrollo.
De estos temas es de los que se tratan en el curso “Visión, escucha, postura y aprendizaje: detección, evaluación e intervención”, que tenemos en marcha estas semanas.
