El descanso es un elemento básico para garantizar la eficacia de cualquier actividad física, por pequeña y cotidiana que ésta sea. A los deportistas profesionales de élite se les prescribe un tiempo de descanso determinado, establecido a partir del tipo de actividad y de la intensidad de la misma. Un buen descanso es, pues, un elemento básico para el rendimiento físico.
Esta norma general la podemos aplicar también a algo tan cotidiano como la visión. Y de manera especial, hay que establecer periodos de descanso de nuestra visión cuando estamos un tiempo largo delante de una pantalla. Esta rutina genera estrés ocular, fatiga visual, y una buena forma de aliviarlo es aplicar la conocida como norma 20-20-20, que establece que cada 20 minutos de trabajo, hay que mirar algo a 20 pies de distancia (equivale a entre 5 y 6 metros) durante 20 segundos. Esto permitirá que nuestra vista descanse y se reduzca el riesgo de padecer fatiga visual.
Hay que tener en cuenta que como norma general y en condiciones normales, parpadeamos a razón de unas 15 veces por minuto. El parpadeo nos permite mantener los niveles de humedad de nuestros ojos. Pues bien, cuando estamos ante el ordenador, se calcula que se recude un 70 por ciento la frecuencia de parpadeo. Esta es una causa de la sequedad ocular.
Otro elemento a tener en cuenta, especialmente en niños: para cada hora de cualquier tipo de actividad en visión cercana (leer, escribir, trabajar o jugar con pantallas…) es conveniente descansar la vista dirigiendo la mirada a lo lejos entre 5 y 10 minutos. De hecho, una recomendación que solemos hacer los optometristas es hacer salidas al campo, la montaña o la playa, donde haya espacios libres y abiertos, para “entrenar” mejor a nuestros ojos a mirar de lejos. Además, la luz natural es un elemento que nos sirve para prevenir la miopía.