Artículos

La relación entre la visión y el equilibrio

Equilibrio
Equilibrio

Es fácil intuir que la visión tiene un papel muy importante en el mantenimiento del equilibrio. La visión tiene un papel importante en nuestro sistema vestibular.

El sistema vestibular (lo que nos permite tener equilibrio) lo forman el oído interno y el cerebro, que trabajan en el procesamiento de la información sensorial que nos permite el control del equilibrio y el movimiento ocular. Cuando algo falla en el sistema vestibular, algunos de los síntomas afectan a la visión.

Entendemos el equilibrio como la habilidad para mantener el centro de gravedad de nuestro cuerpo. Nos permite la percepción del movimiento, ajustar nuestra postura y darnos estabilidad. El mantenimiento del equilibrio se consigue gracias a la combinación de las acciones de nuestra visión, de la propiocepción (tacto) y el sistema vestibular. Toda la información que generan estos sentidos determina la respuesta motora de los músculos, incluidos los oculares. Esta es la razón por la que, cuando falla nuestro equilibrio, algo le pasa también a nuestra visión.

De hecho, cuando se produce algún desorden vestibular, además de vértigo y mareos, de desorientación, de problemas auditivos y de cambios psicológicos y cognitivos, puede aparecer también problemas visuales:

·      Dificultad a la hora de fijar la vista en un punto concreto

·      Dificultad a la hora de seguir con la vista objetos en movimiento

·      Visión borrosa e incluso doble

·      No es posible leer: las letras parece que se muevan.

·      Exceso de sensibilidad a la luz.

·      Malestar en entornos con mucha gente, o al mirar objetos con muchos elementos visuales (estampados, tiendas, escparates…)

·      Incomodidad ante determinadas pantallas

·      Dificultad al querernos centrar en objetos lejanos.

·      Incremento de la ceguera nocturna

·      Dificultad en la percepción de la profundidad por problemas con la binocularidad.

·      …

A estos síntomas hay que añadir los problemas de audición, de cognición y psicológicos, además de otros típicos de la pérdida de equilibrio como náuseas, mareo, sensación de resaca, dolor de cabeza, dificultad al hablar… Todo ello genera pérdida de confianza, ansiedad, incluso depresión.

Existe la terapia de rehabilitación vestibular que, entre otras cosas, nos permite trabajar el reflejo vestíbulo-ocular. En cualquier caso, es pertinente señalar que, cuando hablamos de problemas en el equilibrio, las disfunciones visuales agravan el problema. Otra prueba de que, en el cerebro, todo está conectado con todo.