Algo se mueve en la educación en nuestro país. Mi trabajo con la Optometría Comportamental me permite estar en contacto con centros educativos y profesores y me doy cuenta del compromiso que los profesionales de la enseñanza tienen con su trabajo, aunque a veces no se den las condiciones adecuadas.
Un gran ejemplo de compromiso es el CEIP Rosa dels Vents, en la Colonia de Sant Pere, en Artà, al norte de Mallorca. Es una escuela pequeña, comprometida con la renovación pedagógica y que tiene por objetivo trabajar en base a las aportaciones de las investigaciones realizadas en el ámbito de la neurociencia, que sugieren el respeto por los ritmos de aprendizaje de los alumnos en las diferentes etapas del desarrollo y el aprovechamiento de los canales naturales de aprendizaje. El centro tiene un ambicioso plan de formación de sus profesionales, y pude conocerlo al impartir un curso sobre visión y lateralidad. No sé si aprendieron más los maestros que asistieron al curso, o yo misma a través del entusiasmo con el que los profesionales me explicaban su proyecto.
La experiencia de este centro ha sido recogida en un libro, Un cambio de mirada, obra de la directora, Esther Zarrias, en el que cuenta paso a paso las acciones que se han ido realizando para convertir el centro en una referencia. Acogen alumnos hasta 3º de primaria, pero ya han obtenido la autorización para ampliar el proyecto hasta 6º. Zarrias, en una entrevista, asegura que “la sociedad ha cambiado y la escuela tiene que cambiar junto a ella”.
