En este blog llegamos hace mucho tiempo divulgando la Terapia Visual y sus beneficios, haciendo especial hincapié en cómo influye en la mejora del aprendizaje. Con este artículo quiero volver al principio, al observar que muchas personas no tienen claro todavía qué es la terapia visual.
Lo que en esencia hace la terapia visual es entrenar a nuestros ojos y cerebro para que aprendan a trabajar juntos. El sistema visual está formado no únicamente por los ojos. Podemos tener unos ojos sanos y, en cambio, dar muestras de que no vemos bien. Esto significa que algo falla en la conexión ojos-cerebro, y debemos tener muy claro que la capacidad del cerebro y de los ojos para trabajar juntos tiene un gran impacto en el proceso de aprendizaje, tanto en niños como en adultos. Lo que hace la terapia visual es desarrollar y mejorar las habilidades visuales fundamentales, lo que permite lograr una comodidad visual y, sobre todo, un mejor procesamiento de la información que nos llega a través de los ojos.
La terapia visual la conforman una serie de ejercicios que los optometristas adaptamos a cada paciente, según sean sus circunstancias. Trabajamos con lentes especializadas, prismas, filtros, herramientas de psicomotricidad, simulaciones digitales… Todo, con el objetivo de entrenar y reforzar la conexión ojo-cerebro y mejorar las prestaciones del sistema visual.
La terapia visual ayuda en la solución de problemas relacionados con la lectura, aprendizaje en general, rendimiento deportivo, problemas con la visión binocular, la ambliopía, el estrabismo, los fallos de convergencia visual o, incluso, en la solución de lesiones cerebrales, conmociones o accidentes cerebro-vasculares.
En algunos casos, la eficacia de la terapia visual supone una alternativa a la cirugía ocular en los casos en los que se pretende corregir los movimientos oculares ajustando los músculos del ojo. Es más, muchas veces es necesario hacer terapia visual después de la cirugía, para adaptar los ojos a los cambios introducidos.
Los resultados de la terapia visual varían en función del carácter del niño (su participación activa en los ejercicios resulta clave). A más entrenamiento visual, mejores resultados y más rápido los obtendremos.
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