El libre albedrío, desde la perspectiva de la neurociencia, puede parecer bastante extraño. En un estudio publicado en la revista Scientific Reports, los investigadores en Australia pudieron predecir las elecciones básicas que los participantes tomaron 11 segundos antes de que declararan conscientemente sus decisiones.
En el estudio, a 14 participantes, cada uno colocado en una máquina de resonancia magnética funcional (IRM), se les mostraron dos patrones, uno de rayas horizontales rojas y uno de rayas verticales verdes. Se les dio un máximo de 20 segundos para elegir entre ellos. Una vez que tomaron una decisión, presionaron un botón y tuvieron 10 segundos para visualizar el patrón tan duro como pudieron. Finalmente, se les preguntó “¿Qué imaginaron?” Y “¿Cómo de vivo fue?” Respondieron estas preguntas presionando los botones.
Usando la RMf para monitorear la actividad cerebral y el aprendizaje automático para analizar las neuroimágenes, los investigadores pudieron predecir qué patrón elegirían los participantes hasta 11 segundos antes de tomar la decisión de forma consciente. Y fueron capaces de predecir cuán vívidamente los participantes podrían imaginarlo.
El autor principal, Joel Pearson, profesor de neurociencia cognitiva en la Universidad de South Wales en Australia, dijo que el estudio sugiere que los rastros de pensamientos existen inconscientemente antes de que se vuelvan conscientes. “Creemos que cuando nos enfrentamos a la elección entre dos o más opciones de qué pensar, ya existen indicios no conscientes de los pensamientos, un poco como alucinaciones inconscientes”, dijo en un comunicado. “A medida que se toma la decisión de qué pensar, las áreas ejecutivas del cerebro eligen el rastro del pensamiento que es más fuerte. En otras palabras, si alguna actividad cerebral preexistente coincide con una de sus elecciones, entonces su cerebro tendrá más probabilidades de elegir esa opción a medida que se vea impulsado por la actividad cerebral preexistente “.
El trabajo tiene implicaciones sobre cómo entendemos los pensamientos incómodos: Pearson cree que los hallazgos explican por qué pensar en algo sólo conduce a más pensamientos sobre el tema, ya que crea “un bucle de retroalimentación positiva”. El estudio también sugiere que las visualizaciones no deseadas, como las que se experimentan con el trastorno de estrés postraumático, comienzan como pensamientos inconscientes.
Aunque este es sólo un estudio, no es el primero en mostrar que los pensamientos pueden predecirse antes de que estén conscientes. Como señalan los investigadores, técnicas similares han sido capaces de predecir decisiones motoras entre siete y diez segundos antes de que estén conscientes, y decisiones abstractas hasta cuatro segundos antes de que estén conscientes. Tomados en conjunto, estos estudios muestran cómo la comprensión de cómo el cerebro complica nuestra concepción del libre albedrío.
Los neurocientíficos saben desde hace mucho tiempo que el cerebro se prepara para actuar antes de que uno se dé cuenta conscientemente, y sólo hay unos pocos milisegundos entre el momento en que un pensamiento está consciente y el momento en que uno lo ejecuta. Esos milisegundos nos dan la oportunidad de rechazar conscientemente los impulsos inconscientes, pareciendo formar una base de libre albedrío.