A la hora de ponernos a conducir tenemos claras algunas reglas de oro: entre todos, hemos tomado conciencia de la necesidad de conducir a la velocidad adecuada, tenemos claro que necesitamos unos neumáticos en buen estado, o que hay que revisar bien el coche antes de hacer con él un viaje largo… Sin embargo, ¿estamos seguros que tenemos la visión en un óptimo estado cuando conducimos? ¿Somos conscientes del riesgo que supone conducir sin una correcta visión?
La Organización Mundial de la Salud ha indicado que los problemas de la visión se encuentran entre los principales riesgos de accidentes de tráfico. Un estudio de 2016 concluyó que uno de cada cinco conductores no ve bien en la carretera a causa de no tener unas gafas graduadas correctamente. Además, la normativa sobre revisiones visuales a la hora de renovar el permiso de conducir es diferente en cada país. En España, a partir de los 65 años de edad, cuando pueden surgir problemas visuales más graves, el permiso puede renovarse cada tres años.
Existe un dato concluyente: un conductor que circule a 50 km/h y con una agudeza visual de 0,5 necesita 3 segundos más de media para leer claramente una señal de tráfico. Esto significa que durante el tiempo en el que intenta entender la señal, no está atento a la carretera, por lo que la posibilidad de un accidente aumenta de forma considerable.
Otros estudios indican que el deslumbramiento, durante el día o por la noche, es la molestia más destacada por los conductores y ralentizan el tiempo de detección y de reacción al conducir.
Si tenemos en cuenta que cada día mueren en el mundo 3.500 personas de accidente de tráfico, de las cuales, 500 son niños, está claro que estamos ante un problema grave de salud pública que la sociedad debería abordar. La visión es el sentido más importante para tomar decisiones en la conducción, porqué está directamente vinculada al tiempo de reacción. Necesitamos de un buen rendimiento visual, a todas las distancias y en cualquier situación de luz, especialmente durante la conducción, y los estudios demuestran que muchos conductores no son conscientes de la necesidad de proteger sus ojos del deslumbramiento por el sol o cuando conducen por la noche.
El grupo empresarial Essilor y la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) han firmado un acuerdo para realizar una campaña global bajo el lema “La seguridad vial empieza por una buena visión”, que propone tres acciones a realizar por el conductor:
– Revisar la vista con frecuencia y usar las gafas para conducir.
– Proteger los ojos del deslumbramiento por el día y por la noche.
– Llevar siempre las gafas adecuadas para conducir.
Si todos fuéramos conscientes de la necesidad de estas tres cosas conseguiríamos evitar accidentes de tráfico. Del mismo modo que revisamos neumáticos y ponemos a punto nuestro coche, debemos también revisar nuestra visión. Como decimos siempre los optometristas, al menos, una vez al año.
